Confirmado : el yoga pruduce agujetas. Pero unas muy especiales...
Este finde hemos participado con nuestra yogui en un curso intensivo de yoga y meditación. Hasta algo de masaje tántrico hemos aprendido en la práctica del Reiki.
Lo que más he disfrutado, dos amaneceres en la playa compartiendo una hora de meditación guiada y grupal, respirando la Naturaleza. En cada inhalación , nos cargábamos de la Tierra y el Sol. Al exalar , el Mar se llevaba todo lo innecesario.
Hemos practicado muchas horas de yoga , un ejercicio que pretende destruir unas barreras muy singulares, las limitaciones de nuestro propio cuerpo.
En cada asana (posturas) , la historia de los alegres dioses del hinduismo que representan. Conjugando la creación, la conservación y la destrucción.
Muy interesante este último concepto , nada negativo : destruir lo malo para crear lo bueno. Destruir el miedo , la ira y el apego.
Y de la mano de Shiva, Ganesha ( en la foto ), Vishnú, Krishna..., hemos ido viviendo momentos mágicos y reveladores. Hasta hemos oído y cantado sus mantras , que por cierto son muy alegres y pegadizos.
El objetivo era ESTAR, no pensar , no interpretar , no juzgar.
Sentir. Desarrollar la tolerancia.
Que diferente de nuestra vida cotidiana , en la que normalmente no estamos conectados con nosotros mismos. Donde sólo nos centramos en SER.
Yoga, una filosofía de vida que ha demostrado que genera bienestar y salud. Algo más que un ejercicio cardiovascular. Es interesante su práctica por que auna lo físico y lo espiritual.
Recomiendo practicar yoga y meditación, a pesar de sus dulces agujetas.
Aquí , mi gratitud a este maravilloso grupo de personas muy especiales.